
La herencia yacente es una figura jurídica que describe el estado de los bienes de una persona fallecida (causante) desde el momento de su muerte hasta que la herencia es aceptada por los herederos. Durante este período, la herencia se encuentra “en espera”, ya que aún no ha sido adjudicada ni repartida formalmente entre los herederos, quienes deben decidir si aceptan o no su participación en la misma. Este estado de “yacencia” es temporal y tiene importantes implicaciones legales, ya que durante este tiempo los bienes del fallecido no tienen un titular definitivo. En este artículo, exploraremos qué es una herencia yacente, cómo se gestiona, cuáles son sus características, quiénes la administran y qué ocurre si nadie acepta la herencia.
¿Qué es la Herencia Yacente?
La herencia yacente es el periodo intermedio que transcurre entre la muerte de una persona y la aceptación formal de su herencia por parte de los herederos. Durante este tiempo, los bienes del difunto no tienen un titular concreto, y aunque los herederos tienen el derecho de aceptarlos, no se produce la transferencia de la propiedad hasta que se realice la aceptación.
Este concepto es importante porque los bienes de la persona fallecida necesitan ser gestionados durante el periodo en el que la herencia yacente, para evitar que se deterioren o pierdan valor.
Características de la Herencia Yacente
- Temporalidad: La yacencia de la herencia es un estado transitorio, que dura hasta que los herederos aceptan o repudian la herencia. Este periodo puede durar desde unos días hasta varios meses, dependiendo de la celeridad con la que los herederos decidan qué hacer.
- Bienes sin titular definido: Durante el estado de yacencia, los bienes del fallecido no tienen un dueño definido. Aunque los herederos tienen el derecho a recibir la herencia, no son considerados propietarios hasta que no realicen la aceptación formal de la misma.
- Riesgos y obligaciones: Aunque los herederos no son oficialmente los propietarios de los bienes hasta que los acepten, la herencia sigue generando obligaciones y responsabilidades. Los bienes deben ser gestionados adecuadamente, y las deudas del fallecido deben ser atendidas.
- Capacidad jurídica limitada: Aunque la herencia yacente tiene ciertos derechos y responsabilidades, como la necesidad de conservar los bienes, su capacidad jurídica es limitada hasta que se resuelve la aceptación.

¿Quién Gestiona la Herencia Yacente?
Durante la yacencia de la herencia, es fundamental que los bienes sean gestionados para evitar su deterioro o pérdida. Sin embargo, como los bienes no tienen un propietario oficial durante este tiempo, surge la pregunta de quién es responsable de su gestión. En general, existen dos figuras que pueden encargarse de este proceso:
- Albacea o ejecutor testamentario ante notario online: Si la persona fallecida designó a un albacea en su testamento, esta figura es la encargada de administrar y gestionar la herencia durante el periodo de yacencia. El albacea tiene la responsabilidad de conservar los bienes, pagar deudas y asegurarse de que los herederos reciban su parte correspondiente de la herencia.
- Herederos provisionales: En caso de que no haya un albacea designado, o si la herencia se recibe por sucesión intestada (sin testamento), los herederos provisionales pueden hacerse cargo de la administración de los bienes hasta que la herencia sea aceptada. Sin embargo, esta gestión debe hacerse bajo un marco legal, y los herederos no tienen pleno control sobre los bienes hasta que la aceptación sea formalizada.
Derechos y Responsabilidades en la Herencia Yacente
Aunque los herederos no son propietarios oficiales de la herencia mientras esté yacente, sí tienen ciertos derechos y obligaciones con respecto a los bienes del fallecido:
- Conservación de bienes: Los herederos (o albacea) tienen la obligación de conservar los bienes durante el periodo de yacencia. Esto incluye tareas como mantener las propiedades en buen estado, gestionar cuentas bancarias o incluso tomar medidas de seguridad para evitar la pérdida de activos.
- Pago de deudas: Si el fallecido dejó deudas, los acreedores pueden reclamar el pago de estas durante el periodo de yacencia. Los herederos no están obligados a asumir las deudas personales del causante hasta que acepten la herencia, pero sí deben asegurarse de que los bienes de la herencia se usen para satisfacer estas obligaciones.
- Gestión provisional de negocios o empresas: Si el fallecido era dueño de una empresa o negocio, puede ser necesario que los herederos gestionen provisionalmente estas actividades hasta que la herencia sea formalmente aceptada.

¿Qué Ocurre si Nadie Acepta la Herencia?
Existen situaciones en las que los herederos pueden rechazar la herencia, ya sea porque no desean asumir las responsabilidades asociadas a la misma (por ejemplo, si el fallecido tenía más deudas que activos) o por otras razones personales. En estos casos, surge la cuestión de qué sucede con la herencia.
- Declaración de Herencia Vacante: Si ningún heredero acepta la herencia, esta puede ser declarada vacante. Esto significa que los bienes del fallecido pasan a manos del Estado, quien se convierte en su propietario.
- Deudas del fallecido: En caso de que la herencia sea rechazada y existan deudas pendientes, los bienes del fallecido serán utilizados para cubrir estas deudas en la medida de lo posible antes de que el Estado asuma el control total de los activos.
¿Qué pasa si no hay herederos conocidos?
En caso de que no se identifiquen herederos universales o si nadie los reclama, la herencia puede permanecer yacente por un período más prolongado. El Estado, a través de diferentes mecanismos legales, puede asumir la gestión provisional de los bienes hasta que se localicen posibles herederos. Si pasado un plazo razonable no se identifican herederos, el Estado se convierte en el propietario de la herencia.
Aceptación o Repudio de la Herencia
Los herederos, cuando enfrentan una herencia yacente, deben decidir si la aceptan o la repudian:
- Aceptación pura y simple: En este caso, los herederos asumen tanto los bienes como las deudas de la herencia. Se convierten en los nuevos titulares de los activos, pero también se responsabilizan de las obligaciones pendientes del causante.
- Aceptación a beneficio de inventario: Esta forma de aceptación permite a los herederos aceptar la herencia, pero limitando su responsabilidad por las deudas a los bienes que contiene la herencia. Así, si las deudas son superiores al valor de los bienes, los herederos no están obligados a cubrir la diferencia con su propio patrimonio.
- Repudio de la herencia: Si los herederos consideran que la herencia no es beneficiosa, pueden rechazarla. En este caso, los bienes pasarán a otros herederos, o si no los hay, al Estado.
Conclusión
La herencia yacente es una fase transitoria y crucial dentro del proceso de sucesión, en la que los bienes del fallecido aún no tienen un dueño legalmente definido. Durante este tiempo, es esencial que los bienes sean gestionados adecuadamente y que los herederos consideren cuidadosamente su decisión de aceptar o rechazar la herencia. Esta figura legal garantiza que los activos del fallecido estén protegidos mientras los herederos toman una decisión, asegurando así que la sucesión se desarrolle de manera ordenada y justa.
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